Estamos a principios de octubre y como el calor aún no ha dado paso a la niebla decidí caminar por los jardines debajo de la casa.
La ciudad me ofrece muchas oportunidades pero con el poco tiempo que me deja el trabajo realmente me pregunto para qué las necesito.
Hoy aproveché mi momento detox, como yo lo llamo, para tener una hora sin tecnología.
Me compré una revista que leeré cuando llegue al banco más alejado y aislado y después de oír crujir las hojas al pasar.
Busco sin demasiada convicción hasta que llego a una imagen espléndida: un islote de tierra que se extiende entre tierra firme y el mar. Aquí hay dos pequeños puertos donde desembarcan barcos desde quién sabe cuántos siglos.
Descubro que es Siracusa cuyo núcleo más antiguo se encuentra en la isla de Ortigia.
¡Está decidido que me voy! Vuelvo a casa, compro un billete y mañana a las 6 tendré un vuelo que me alejará de mis compromisos de... Aún no he decidido qué hacer pero sé lo que no quiero hacer más. No quiero más reuniones, llamadas telefónicas, ir a la oficina cuando está oscuro y salir cuando está oscuro otra vez.
Durante el vuelo miré algunas ofertas inmobiliarias y encontré la solución adecuada para mí.
Fontane Bianche, a poca distancia del mar, una casa en dos niveles ya estructurada como quiero con un hermoso jardín.
En el primer piso un hermoso apartamento de tres habitaciones con terraza, y en la planta baja una solución que permite la máxima flexibilidad, o una bonita unidad de tres habitaciones o dos con entrada independiente.
Las condiciones son buenas, los propietarios actuales ya han hecho mucho trabajo, pisos, puertas, sistemas ya están instalados, ¡incluso hay aire acondicionado! Unos pequeños ajustes y todo estará listo.
Durante la temporada de verano ocuparé una pequeña parte de la casa y el resto se convertirá en un B&B. Aquí la demanda es muy alta y estoy seguro de que los ingresos serán interesantes. Mientras sea fuera de temporada tendré todos los espacios a mi disposición incluido el amplio garaje.
En el bonito jardín hay una preciosa piscina, mientras que un rincón se destinará a la aromaterapia y al cultivo de plantas medicinales.
El mirador será el punto de encuentro para aquellos que quieran disfrutar de desayunos y carnes, pescados o verduras a la parrilla o momentos de convivencia, mientras que la azotea será mi lugar privado para disfrutar de la vista al mar.
No creía que para tener la vida que siempre había soñado bastaba con tener el coraje de decir... cambiar.
Y tú, ¿a qué estás esperando?